Augusto Castro (AC), director de la INTE-PUCP y Amanda Stronza (AS), co-directora del programa de Ciencias de la Biodiversidad Aplicada de la Universidad de Texas A&M, hablan sobre la importancia de la sociedad y la gobernanza en la protección de las Áreas Naturales Protegidas.
¿A que se refieren con Sociedad y Gobernanza de las ANP?
AC: Es importante primero entender estos dos términos por separado. Sociedad nace del concepto de ciudadanía, nos referimos a una “asociación” de personas que precisamente se ponen de acuerdo para crear algo o desarrollar una causa o actividad. Con gobernanza, nos referimos a trabajar y pensar en función de esta sociedad; no se puede negar que cada persona tiene una necesidad particular pero no se pueden suplir estos requerimientos destruyendo los bienes de la comunidad.
Entonces, con Sociedad y Gobernanza en ANP nos referimos a que el ser humano como parte de la sociedad es naturaleza y no puede ser concebido fuera de esta; es necesario que el ser humano empiece a concebir una nueva relación entre él y su entorno. Y además de esto, se necesita de la gobernanza para lograr el cuidado y la conservación de la naturaleza lejos de los intereses particulares y la corrupción.
¿Cuáles son los retos de la gobernanza de las ANP en nuestro país?
AC: Son muchos, pero el principal es que nuestro país necesita tener a gente capaz y honrada en la cabeza. No se tiene que inventar nada nuevo, solo poner gente honorable y recta en la conducción. La gente se puede equivocar, pero la política se corrige, lo que no se corrige es la maldad, la corrupción, la sinverguenceria.
AS: Esto sumado a un trabajo articulado entre las cabezas del Estado y los líderes de las comunidades podría contribuir a salvar nuestras ANP.
¿Qué herramientas ayudan a contribuir, proteger y mejorar los servicios vitales de las ANP?
AS: Creo que una herramienta o habilidad que me ha servido es saber facilitar diferentes grupos de intereses y perspectivas y poder vincular esas diferentes perspectivas para promover la participación entre las personas en miras de proteger nuestra naturaleza.
¿A qué cree que se debe esta nueva mirada “hacia la naturaleza”?
AC: Se debe a un proceso en el cual nos hemos dado cuenta que nos hemos equivocado y que hemos destruido bosques y ríos, que hemos generado gases de efecto invernadero, que hemos elevado la temperatura del planeta. Esto es lo que motiva al cambio, además que durante todos estos años hemos mantenido en la miseria a la mayoría de la especie.
¿Qué acciones se necesitan para que la sociedad se involucre en la protección de las ANP?
AC: Creo que la tarea es difícil pero se necesita mucho trabajo desde las comunicaciones para difundir y sensibilizar más sobre este tema y lograr que las personas comprendan que este no es un problema ajeno, sino social, pero no hay que reducirlo a lo social; sino que también tiene implicancias en la vida económica y política. El ser humano no puede desprenderse de la naturaleza, cualquier deterioro de la naturaleza va en contra de la vida y las posibilidades humanas; cualquier deterioro de la vida animal y vegetal nos afecta.
AS: Cuando realmente pensemos en los desafíos y amenazas de ese lugar que queremos tanto, empezaremos a actuar. Se necesita que las personas se involucren de corazón.
